La predicción de la posición del implante es el talón de Aquiles de cualquier fórmula de cálculo LIO estándar. Hoffer Q, SRK/T y Holladay 1 calculan la posición efectiva del lente (ELP) basándose en la medición de la longitud axial y la lectura de K y asumen que un ojo largo conduce a una cámara anterior más profunda, así como a una K pronunciada y viceversa. Muchos estudios sobre la anatomía del ojo han demostrado que los ojos cortos suelen tener profundidades de cámara anterior bastante estándar; esto explica por qué estas fórmulas tienden a malestimar la potencia del LIO en ojos no promedio.
Barrett y Olsen utilizan parámetros relacionados más directamente para calcular la posición del implante. Los parámetros más importantes a este respecto son la profundidad de la cámara anterior (ACD) y el grosor del lente (LT). Los LIO modernos se implantan en la bolsa capsular del cristalino y, por lo tanto, la ACD y la LT están directamente relacionadas con la posición del implante después de la operación.